Hace 5 años del gran apagón global
Por: Willians De Jesús Salvador
Hace cinco años, el mundo se paralizó. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al COVID-19 como pandemia, desencadenando un confinamiento global que infectó a más de 700 millones de personas y cobró la vida de 7 millones, según cifras oficiales (aunque estimaciones sugieren hasta 18 millones de muertes excedentes). La economía mundial se contrajo un 3.1 % en 2020, equivalente a una pérdida de 3.5 billones de dólares, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para 2023, el costo acumulado superaba los 12.5 billones de dólares, incluyendo desempleo masivo: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculó que se perdieron horas laborales equivalentes a 255 millones de empleos solo en el primer año.
La carrera científica y el dilema de las vacunas:
La respuesta fue histórica: en menos de un año, vacunas como Pfizer-BioNTech y Moderna, con eficacias cercanas al 95 %, llegaron al mercado. Hasta 2024, se administraron 13,800 millones de dosis globalmente, salvando 20 millones de vidas en el primer año, según Nature Medicine. Sin embargo, el escepticismo persistió. Estudios en The Lancet confirmaron que efectos graves, como miocarditis, eran raros (40 casos por millón en hombres jóvenes), mientras la OMS destacó que los beneficios superaban ampliamente los riesgos. La vacunación evitó US$1.15 billones en costos sanitarios en EE. UU., según la Corporación RAND.
República Dominicana entre colapso y resiliencia:
En República Dominicana, el impacto fue igualmente devastador. La economía, que depende en gran medida del turismo, sufrió un colapso, dejando a muchas familias en la incertidumbre. Las escuelas cerraron sus puertas, afectando la educación de millones de estudiantes y ampliando la brecha digital en un país donde el acceso a la tecnología es desigual. La salud mental también se convirtió en una preocupación creciente, con un aumento en los casos de ansiedad y depresión.
Además, el “gran apagón global” que muchos anticiparon debido a la crisis sanitaria y económica nunca llegó a materializarse en su totalidad, pero sí se evidenciaron fallas en la infraestructura y la coordinación mundial frente a desastres. La necesidad de un enfoque más sostenible y resiliente se volvió urgente, y la pandemia sirvió como un poderoso recordatorio de que el bienestar de todos está interconectado.
El país registró 660,000 casos y 4,384 muertes, con una contracción económica del 6.7 % en 2020. Bajo el presidente Danilo Medina, se cerraron escuelas y se invirtieron 1,500 millones dólares en ayudas sociales. Luis Abinader heredó el desafío: para 2023, el 70 % de la población estaba vacunada, y el turismo —16 % del PIB— se recuperó en un 34 %. Aun así, la deuda pública escaló al 62 % del PIB, según el Banco Central.
Teletrabajo la revolución silenciosa:
El confinamiento aceleró un nuevo modo de producción. En 2020, el 20 % de la fuerza laboral global trabajó remotamente, según la OIT. Para 2024, el modelo híbrido cubría al 30 %, especialmente en sectores como tecnología y finanzas. Un estudio de Stanford reveló un 13 % de aumento en productividad, pero también fatiga crónica: el 42 % de los teletrabajadores reportaron agotamiento, según McKinsey. Este giro redujo la demanda de oficinas, desplomando valores inmobiliarios comerciales en ciudades como Nueva York y São Paulo (15-20 % entre 2020 y 2023).
Efectos posvacunales y lecciones pendientes:
Cinco años después, persisten incógnitas. Investigaciones en JAMA señalan que los vacunados tienen un 50 % menos riesgo de desarrollar COVID prolongado, aunque un 10-30 % de infectados aún reportan fatiga o niebla mental. La OMS insta a monitorear variantes, mientras la comunidad científica debate estrategias contra futuras pandemias: solo el 13 % de los países cumplen con estándares de preparación, según el Índice de Seguridad Sanitaria Global.
El mundo en estado de alerta:
El legado del COVID-19 es una paradoja: mostró la fragilidad humana, pero también su capacidad de innovación. El teletrabajo redefine el capitalismo, las vacunas salvaron millones, y la economía global se reinventa. Sin embargo, con el cambio climático y la deforestación aumentando el riesgo de zoonosis, la próxima pandemia podría estar a la vuelta de la esquina. La pregunta no es si ocurrirá, sino cuándo. Y esta vez, la humanidad no puede permitirse repetir los errores.