Iglesia Católica hace llamado al recogimiento con el lema “Yo me quedo”, con el Triduo Pascual
Santo Domingo.- El Triduo Pascual inicia el jueves a primera hora con la celebración en todas las diócesis del mundo de la misa Crismal, en la que se conmemora la instauración del sacramento del orden sacerdotal y los consagrados hacen una renovación de votos frente a su obispo.
Las catedrales suelen acoger a sacerdotes, diáconos, religiosos y monjas en una misa donde se consagra el Santo Crisma, una mezcla de aceite de oliva y bálsamo aromático, que se distribuye en las parroquias para los sacramentos del bautismo y la confirmación.
Las catedrales suelen acoger a sacerdotes, diáconos, religiosos y monjas en una misa donde se consagra el Santo Crisma,
En esa misma celebración se bendice el óleo de los catecúmenos que se utiliza también en el bautismo antes del agua y el óleo de los enfermos, que se impone a quien recibe el sacramento de la unción de los enfermos.
Se trata de una misa llena de simbologías, pero que está más dirigida a los hombres y mujeres con un ministerio consagrado.
Por eso, la concentración de la feligresía para el inicio de la celebración del Triduo Pascual se inició el jueves pasado al mediodía. Ese periodo abarca los días Jueves, Viernes y Sábado en los que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Las parroquias desde hace más de diez años han contrapuesto la tendencia de una parte importante de la población de convertir la Semana Santa en una especie de “vacaciones de primavera” con un llamado a quedarse en reflexión y en vez de vacacionar.
El “Yo me quedo” es como la mayoría de las parroquias identifican el conjunto de actividades que jóvenes y adultos celebran para conmemorar el Triduo Pascual con un programa de actividades que conjugan la meditación, la celebración y la formación.
Significado del triduo pascual
Pero cada día tiene un significado dentro de este triduo pascual.
El Jueves Santo tiene un gran sentido del servicio y la vida comunitaria, en el que se recuerda la instauración del orden sacerdotal y la Eucaristía. En la celebración tiene un momento especial la recordación del Lavatorio de los pies, un acto de humildad y servicio de Jesucristo para con sus apóstoles y a la vez, a toda la cristiandad.
Según la tradición en el Jueves Santo se produjo la Última Cena, en la que se dejó instaurado el sacramento de la Eucaristía, pero también fue cuando Jesucristo develó a los suyos que uno de ellos lo traicionaría.
Fue justo al finalizar esa celebración comunitaria de Jesús con sus Apóstoles, que se produjo la traición de Judas Iscariostes, uno de los doce, que salió de esa última cena para entregar a Jesucristo a los Romano y dar paso al periodo de la pasión de Cristo que culminó con la Cruxifición al caer la tarde del viernes.
El ”Yo me quedo”, es un intento de darle aire moderno, manteniendo el espíritu reflexivo del Triduo Pascual, a las celebraciones cristianas de la Semana Santa y la integración familiar, aunque dando matices diferentes a las actividades de los adolescentes, los jóvenes y adultos.
Luego del Jueves Santos, las actividades pasan al viernes de día completo en los que suelen realizar jornadas misioneras en los sectores de la parroquia, charlas y dinámicas que culminan con un viacrucis en el que se recuerda las últimas horas de vida de Jesucristo.
Esta actividad suele cerrar con el acto de la “Adoración de la cruz” y se cubren todos los símbolos religiosos y las imágenes con un manto púrpura en señal de duelo por la recordación del momento en que Cristo expira en la cruz.
Aunque desde el viernes al caer la tarde hasta la noche del sábado se entra en una especie de vacío en recordación de las horas que Jesucristo estuvo entre los muertos, el “Yo me quedo” en las parroquias tiene un matiz más intenso de reflexionar sobre el significado del sacrificio de Cristo por la redención de la humanidad, como preparación a la celebración más importante de la Semana Santa, la Vigilia Pascual en la que se celebra la resurrección de Jesucristo, el acto central de toda la vida cristiana.
En la oscuridad y el silencio, se celebra la Vigilia Pascual.
Con esa misa de la Vigilia Pascual, en la que se reúne toda la comunidad parroquial, se termina el Triduo Pascual y se pone fin al tiempo de la Semana Santa.