La UE pone a Google bajo la lupa: investigan al gigante por castigar a medios en sus resultados de búsqueda
La Unión Europea ha encendido las alarmas en el mundo digital al anunciar una investigación formal contra Google, acusándolo de penalizar a ciertos medios de comunicación en sus resultados de búsqueda. La medida llega después de múltiples quejas de editores europeos, que aseguran haber perdido visibilidad y tráfico web desde que la empresa aplicó su nueva política conocida como “site reputation abuse”. Según Bruselas, esta estrategia podría estar afectando injustamente a medios legítimos, lo que constituye una posible violación de la Ley de Mercados Digitales (DMA).
La Comisión Europea sospecha que Google estaría abusando de su posición dominante al modificar sus algoritmos de manera que algunos medios pierdan relevancia en los resultados de búsqueda. Esto no solo perjudica su alcance informativo, sino también sus ingresos publicitarios, en un momento en el que la prensa atraviesa una profunda crisis económica. Si la investigación confirma las acusaciones, Google podría enfrentarse a multas millonarias que alcanzarían hasta el 10 % de su facturación global anual.
Por su parte, Google se ha defendido afirmando que sus políticas buscan “proteger la calidad de los resultados” y combatir páginas que utilizan técnicas de posicionamiento engañosas. Sin embargo, numerosos editores aseguran que los cambios han afectado también a portales legítimos de noticias, reduciendo la pluralidad informativa y el acceso a contenidos verificados.
La investigación, que se espera dure cerca de un año, marca un nuevo capítulo en la tensa relación entre Bruselas y las grandes tecnológicas. La Unión Europea busca establecer reglas más claras y justas para las plataformas que controlan gran parte de la información en internet. Mientras tanto, los medios europeos ven en esta iniciativa una esperanza para recuperar terreno y exigir mayor transparencia sobre cómo se decide qué noticias aparecen y cuáles desaparecen en las pantallas de millones de usuarios.
En un entorno digital dominado por algoritmos, la batalla entre la UE y Google podría redefinir el equilibrio entre tecnología, información y poder mediático en todo el continente.