La pandemia y la pobreza frustran la meta de erradicar el trabajo infantil para 2025
A solo un año de la meta establecida por la Agenda 2030 de la ONU, parece cada vez más improbable que se logre la eliminación del trabajo infantil a nivel global. La pandemia de COVID-19, sumada a causas estructurales como la pobreza crónica y los conflictos armados, ha agravado la situación de millones de niños y adolescentes, especialmente en los países más empobrecidos.
Según datos de UNICEF, más del 20% de los menores en las regiones más vulnerables del mundo siguen realizando trabajos inapropiados que afectan su desarrollo físico, mental y educativo. En África subsahariana, la tasa de trabajo infantil supera el 27%, mientras que en América Latina ha descendido a un 5%, aunque sigue siendo un desafío persistente en los países más pobres.
La responsable de Programas Internacionales de UNICEF España, Blanca Carazo, destacó que a pesar de algunos avances en regiones como Latinoamérica y el Caribe, el progreso se ha estancado. La pobreza infantil ha aumentado, y la falta de acceso a educación y servicios básicos sigue siendo una de las principales causas.
Además, Save The Children alerta sobre la "pérdida de una generación" y el lento avance para erradicar el trabajo infantil. Aunque se han logrado avances en la legislación y la sensibilización empresarial, organizaciones como UNICEF insisten en que la lucha debe ir más allá de lo económico, promoviendo una mayor protección social, escolarización universal y empleos dignos para los adultos.